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Con el avance de la pandemia COVID-19, el sector del transporte tuvo que repensar sus prácticas para garantizar la seguridad de conductores y pasajeros.El objetivo es simple: prevenir y proteger a las personas de la contaminación por hongos, virus y bacterias.

Con eso en mente, Marcopolo Next, una división de Marcopolo enfocada en el desarrollo de nuevos negocios a través de la innovación, lanzó la solución de bioseguridad llamada Fog In Place (FIP).Esta tecnología se desarrolló en tiempo récord con el principal objetivo de aportar seguridad a la retomada del transporte. Todo esto fue posible a través de una asociación con Aurratech, una startup brasileña que forma parte del portafolio de productos y de Marcopolo BioSafe.
¿Qué es Fog In Place?
Según Franciele Netto, gerente comercial de Marcopolo Next, la tecnología FIP es un «proceso único y sin precedentes para desinfectar superficies y ambientes por vías aéreas». Ocurre a través de nanopartículas de una solución biocida, que se pueden utilizar en procesos de higienización, desinfección o incluso esterilización.

La niebla que genera FIP® es una niebla seca que no moja las superficies ni el equipo insertado en el ambiente en el que se está aplicando. Esto proporciona desinfección en pocos minutos. Al mismo tiempo, es capaz de llegar al 100% de las superficies del área. Este procedimiento debe realizarse antes y después de cada viaje, y toma solo 20 minutos. Su protección dura hasta tres días.
¿Cuáles son los beneficios del FIP Onboard?
Fog In Place ya es utilizado por varios sectores además del transporte, como eventos, empresas, estadios de fútbol. De esta forma, empresas de diferentes áreas pueden garantizar un ambiente descontaminado, con técnicas que siguen estrictos protocolos de bioseguridad.

Además de su amplia aplicabilidad, podemos citar como ventajas:

• Cobertura de 100% del espacio: Debido a la niebla seca, la tecnología tiene un alcance incluso en los lugares más difíciles.

• Sin riesgo de contaminación cruzada. Todo el procedimiento se realiza mediante máquinas, lo denominado No Touch Disinfection (NTD).De esta forma, Fog In Place garantiza una eficacia total en la desinfección y elimina el riesgo de error humano, que es la mayor causa de contaminación cruzada.

• Seguridad para todos: el principal objetivo de la tecnología es brindar seguridad y confianza para que todas las personas puedan retomar sus actividades

• Duración de hasta 72 horas: a través de una nano película protectora, la tecnología FIP garantiza la seguridad del espacio.
¿Cómo optimiza la tecnología FIP la higiene de los autobuses?
Con este conocimiento, fue posible comprender cómo Fog In Place llegó a revolucionar la limpieza y desinfección del transporte público. Sin embargo, es importante recalcar que la higiene del vehículo sigue siendo necesaria.

Cabe mencionar que para asegurar la eficiencia de la tecnología, lo más apropiado es que el responsable limpie correctamente el vehículo pasado este período, luego de la aplicación del FIP. Además, las personas deben seguir usando mascarillas, higiene de manos y siguiendo las recomendaciones de los profesionales de la salud.

El movimiento es un excelente ejemplo de cómo la bioseguridad llegó para quedarse. Este concepto se refiere al conjunto de estudios y procedimientos que buscan minimizar y controlar los problemas ocasionados por la investigación o aplicaciones biológicas.

Hay una serie de normas que abordan la bioseguridad y muchas se han fortalecido y creado debido al COVID-19.Las empresas deben seguir estas leyes para proteger a las personas, preservar el medio ambiente y reducir los riesgos para la salud.

Con esto en mente, Marcopolo Next desarrolló Marcopolo BioSafe, una plataforma de soluciones que combina tecnología e innovación. Así, la empresa enfatiza su preocupación por la salud de pasajeros y conductores, siempre a la vanguardia de los movimientos a favor de la comunidad.

Con este artículo, esperamos que haya aprendido un poco más sobre la tecnología FIP .Es la indicación perfecta para cualquiera que busque soluciones para garantizar la seguridad de conductores y pasajeros en todos los viajes. Actualmente, ya hay más de 550 autobuses con elementos BioSafe, que protegen contra varios microorganismos, incluidos los virus que propagan el COVID-19.