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Desde el comienzo de la diseminación de COVID-19, Marcopolo ha creado grupos específicos para evaluar y minimizar los impactos de la pandemia en los negocios. Estos equipos trabajan especialmente para buscar soluciones innovadoras y eficientes que ayuden a combatir el virus.

En determinado momento, aún al comienzo de la pandemia, la marca identificó que la mayoría de los autobuses estaban fuera de circulación. En algunas regiones, se detuvo hasta el 90% de la flota. En este sentido, uno de los grupos de Marcopolo ha estado actuando fuertemente en el desarrollo de soluciones para que los pasajeros vuelvan a estar tranquilos al momento de usar los autobuses.

Baños: desinfección por radiación ultravioleta
Una de las soluciones desarrolladas por Marcopolo para ayudar al sector en ese momento es la luz ultravioleta para desinfectar los baños de los autobuses. João Gabriel Magnabosco, gerente de Ingeniería de Producto, explica que la investigación para la aplicación de luz UV-C dentro de los sanitarios se realizó en colaboración con el Laboratorio de Microbiología Clínica de la Universidad de Caxias do Sul (UCS).

“Realizamos pruebas en todas las áreas del baño donde el pasajero suele tocar, como el grifo, el pasamanos, el inodoro, la cerradura de la puerta. En estas regiones logramos resultados de 99,9% de eficiencia en la lucha contra los microorganismos ”, explica Magnabosco.

Pero, ¿qué es la luz ultravioleta?
Existen diferentes tipos de radiación ultravioleta y generalmente se dividen según la longitud de onda con la que viajan por el ambiente, que es del orden de los nanómetros. Algunos de estos rayos son más eficientes para eliminar gérmenes.

“La luz UV-C es muy eficaz para combatir los microorganismos. Tiene un alto poder de penetración. Sin embargo, existen algunas precauciones que nuestro equipo técnico ha tomado para sugerir la aplicación de la misma en los vehículos, como eliminar la posibilidad de contacto del pasajero con la luz, ya que las radiaciones pueden ser perjudiciales para la salud. Otra precaución es la selección de la fuente de luz, porque puede emitir radiación de ozono, generando otras complicaciones”, enseña el gerente de Ingeniería de Producto.

¿Cómo funciona la solución?
El sistema consta de un conjunto de luminarias ultravioleta en cantidad e intensidad ajustadas a la configuración del ambiente. Las lámparas UV-C para desinfección se activan automáticamente después que se usa el baño o en ciclos automáticos cuando se usa el autobús.

La radiación elimina virus, bacterias y otros microorganismos porque puede penetrar las células de estos patógenos y su estructura genética. También existe evidencia de que los rayos ultravioleta pueden dañar los aminoácidos y las proteínas que protegen al virus o le permiten unirse e infectar una célula huésped.

La solución se puede aplicar a los vehículos en funcionamiento
La solución BioSafe destinada a desinfectar baños fue diseñada para ser aplicada especialmente a la flota que ya está en circulación. Los nuevos autobuses obviamente también cuentan con la tecnología, pero la novedad es la facilidad de uso en los modelos que están en el mercado.

“Desarrollamos kits de piezas de material con instrucciones de montaje para poder cubrir el mayor número de vehículos con esta solución. Todo ello de forma rápida y pudiendo beneficiar al público lo antes posible. La solución aumenta la tranquilidad de los pasajeros al usar el autobús. La novedad viene siendo utilizada por nuestros socios nacionales e internacionales”, destaca Magnabosco.

El sistema de luz ultravioleta también funciona en la desinfección de aire acondicionado
Marcopolo, en colaboración con Valeo Thermal Bus Systems, también desarrolló un sistema de aire acondicionado con luz ultravioleta para autobuses que tiene acción antimicrobiana, ayudando así en la desinfección y en la calidad del aire en circulación en los vehículos de la marca.

La solución de Marcopolo BioSafe posee un dispositivo de luz ultravioleta integrado al sistema de circulación de aire convencional del equipo, que puede promover la bioseguridad en el transporte colectivo.
La radiación UV-C emitida, debido a su potencia y acción antimicrobiana, promueve la desinfección del aire y superficies del dispositivo, siendo eficaz en la inactivación del material genético de los virus y las células bacterianas esporuladas, que poseen una mayor resistencia en relación a diversos agentes infecciosos virales envueltos.

Una prueba realizada por el Laboratorio de Microbiología Clínica de la UCS, que contó con la colaboración de la Universidad Federal de Santa María (UFSM) en las actividades de medición de la potencia de las lámparas, evaluó la eficacia antimicrobiana de la radiación ultravioleta instalada en el aire acondicionado del autobús. Según el resultado, la tasa de eficiencia alcanzó más del 99%. La radiación UV-C generada por lámparas y mejorada por el flujo de aire del aire acondicionado, desinfecta el aire y las superficies.

La renovación de aire de los autobuses Marcopolo es superior a la de mercados y aeropuertos
También vale la pena señalar que los modelos de Marcopolo están equipados con dispositivos de renovación de aire que cubren los sistemas naturales, como las tomas de aire, y también los sistemas forzados, como el aire acondicionado. Todos estos sistemas son capaces de proporcionar renovación de aire por pasajero variando desde 5,6 l/s*persona hasta 23,7 l/s*persona.

En un estudio reciente realizado en colaboración con la UCS y que cubre los modelos de carrocería de Marcopolo, se constató que las carrocerías de los autobuses de la marca proporcionan una renovación de aire hasta un 63% superior al caudal requerido en establecimientos como supermercados (independientemente del tamaño), sucursales bancarias y sala de espera de aeropuertos. Los valores se obtuvieron considerando las condiciones de capacidad máxima (completo), y variando la condición del vehículo estático y dinámico.

El estudio demuestra que la capacidad de renovación de aire de los dispositivos de aire acondicionado en los autobuses es un aliado importante en la lucha contra la proliferación del virus, especialmente cuando se da junto a medidas de seguridad como el distanciamiento necesario, el uso de mascarillas y la correcta higiene de los vehículos y sistemas de aire acondicionado. Los datos recogidos desmitifican la idea de que el transporte público es enemigo de la lucha contra el COVID-19.